Maestro, profesor, sensei, una vocación

** Aparte de las los logros y las medallas, los maestros y entrenadores juegan un papel crucial en la vida de los alumnos

Foto: FENAKIB.

Se dice que la práctica hace al maestro y es una aseveración contundente en la formación de quienes, como decenas de los profesores que nos apoyan cada día, optan por compartir sus conocimientos con las nuevas generaciones independientemente de su edad.

Espacio faltaría para nombrar y reconocer a los sensei que forman parte de nuestra gran familia del kickboxing, de inicio con Fernando Granados León como presidente de la Federación Nacional de Kickboxing (FENAKIB) & WAKO México, quien durante los entrenamientos, concentraciones y competencias, reslalta la importancia de formar personas que tienen en el deporte un estilo de vida.

“El kickboxing es una pasión donde mostrarmos nuestro gusto por las artes marciales y deportes de combate, primero como practicantes y muchos de nosotros, en distintas etapas, luego como profesores, y justo es donde tenemos una responsabilidad doble: impuslar la formación de personas de bien que, a través de la activación física y el deporte, desarrollen sus habilidades para ser mejores competidores”, comentó.

Raúl Castañeda Ruffo, uno de los veteranos que forma parte de la Selección Nacional de Kickboxing, agregó que el compromiso que adquieren como maestros va más allá de compartir sus conocimientos.

“Ser profesor es mucho más que enseñar técnicas o rutinas, es transformar vidas. Para mí, el kickboxing no solo fue un deporte, sino una escuela de vida y decidí dedicarme a ser entrenador para compartir ese poder transformador con otros. Formar atletas es importante, pero formar personas con disciplina, coraje y propósito es la verdadera misión.

Incluso, destacó que la recompensa llega y no es necesariamente con los triunfos.

Foto: FENAKIB.

“Mi mayor satisfacción no está en las medallas, sino en la transformación que veo en cada alumno. Ver cómo alguien llega inseguro y con dudas, y poco a poco descubre su fuerza interior, gana confianza y disciplina, es lo que realmente llena mi corazón. Saber que pude ser parte de ese proceso y dejar una semilla que los ayuda a enfrentar la vida con más fuerza, es lo más grande que esta profesión me ha dado”, indicó Castañeda.

Foto: FENAKIB.

Por su parte, Francia Bonilla, quien comparte su faceta de profesora con la de directiva en el estado de Querétaro, dijo que hace 10 años comenzó a dar clases de karate, kickboxing y artes marciales mixtas.

“Me gustaba competir, pero en algún momento cuando decidí retirarme de la competencia empecé a enseñar y a dedicar mucho más de mi tiempo a esto, he enseñado a niños, así que ver sus caritas cómo se iluminan cuando son pequeños de qué por primera vez les sale una rodada, una patada, etcétera, es realmente satisfactorio y en el caso de los jóvenes y adultos, saber cómo uno contribuye a su desarrollo, verlos crecer porque me ha tocado tener niños que iniciaron desde los 6 años conmigo y hoy son jóvenes de 15, 16… ver que son buenos chicos, que son un ejemplo, que se esfuerzan y ver su lucha, es increíble”, dijo Bonilla.

Agregó que una parte gratificante de la enseñanza de un deporte es verlos en competencia.

“Verlos a veces perder aún con todo el esfuerzo que dieron y sentir con ellos el dolor y la frustración de la derrota, pero sobretodo verlos triunfar y demostrarse de lo que están hechos es realmente increíble, he disfrutado mucho más los triunfos de mis alumnos que los que yo tuve como deportista porque representan el fruto del esfuerzo, el compromiso y el trabajo en equipo y el conjugar a varias personas diferentes luchando por un mismo objetivo, como dice la frase ‘un maestro deja una huella para la eternidad, nunca podemos saber cuándo se detiene su influencia’, y creo que la mayoría de los maestros no lo hacemos por dejar huella, lo hacemos porque amamos tanto lo que hacemos que queremos compartirlo con otros”, detalló.

Foto: FENAKIB.

Y Juan Andrés Godínez, con ya casi 18 años como profesor, coincidió con sus colegas, en especial porque el impacto de su labor llega a trascender del tatami o el ring.

“Soy profesor porque me gusta compartir lo que he aprendido con mis alumnos, las experiencias de vida, de competencias, de mis maestros, mis psicólogos, de toda la gente que me ha rodeado.

“Mi principal satisfacción es formar líderes, personas de bien, que ellos estén buscando mejorar día a día, en el colegio, en el trabajo, en la casa, en todos los lugares donde se desarrolla. Lejos de las competencias y las medallas, lo que buscamos es que a cada uno de nuestros atletas el kickboxing les cambie la vida para llevarlo a su vida diaria”, concluyó Godínez.

Fotos: https://www.facebook.com/FederacionNacionaldeKickboxingMexico

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